viernes, 14 de enero de 2011

Jugando con las palabras

El artículo de hoy pretende explorar las posibilidades expresivas con las que cuenta nuestra lengua, desde la perspectiva de la ironía.

En ocasiones escuchamos frases hechas o expresiones comunes en las que alguno de sus términos ha mutado sorprendentemente (despiste, ignorancia, qué más da), cobrando un nuevo sentido que, a mi juicio, es digno de mención y análisis. A esto es a lo que llamo frases deshechas.


-“Estar colado por alguien hasta los huevos” (cuando el amor es tan grande que no hay quien lo soporte)

-“Parece que esté en plena adolescencia, se ha echado un novio y está loquita por sus huevos” (disculpe, pero el asunto no es trivial, o bien padece una ninfomanía patológica, o se trata de antropofagia pura y dura)

-“Estar de algo hasta la ménsula” (en el gremio de los maestros de obra equivale a decir que estás harto hasta la cornisa)

-“No oigo bien, debo tener cera en los témpanos” (claro, al estar congelada, ha debido aumentar de volumen…)

-“Este tío es un malhablado, siempre tiene los cojones en la boca” (totalmente de acuerdo, pero además de malhablado debe ser un perverso contorsionista excepcional)

-“Hay que ver lo despistado era Luis XVI, siempre con la cabeza en otro sitio” (sin comentarios)

-“Me encanta escuchar a Bach, Vivaldi, Rossini y Verdi. Soy un gran megalómano” (cierto, tus ansias de poder no te permiten ver tu necedad)

-“Estoy jodido de la espalda, creo que tengo hernia fiscal” (efectivamente, agacharse para que Hacienda te dé por detrás debe producir un dolor genuino)

-“El accidente del tren fue terrible. Hubo seis fallecidos graves” (claro, los leves tienen más probabilidades de recuperación)

-“He de ir al médico de la próstata para que me haga un trato anal” (espero que lleguéis a un buen acuerdo, por tu bien)

-“Vengo del museo, y he visto un cuadro de El Greco llamado “El exfolio de Cristo” (nada mejor que un buen peeling facial antes de una crucifixión como Dios manda)

-“Pues a mí el cuadro que me gusta es el de “Las Balanzas” de Velázquez, que también creo que se llama “La redención de Brenda” (cierto, en él se ve al capitán-general Gominola recibiendo las llaves de la ciudad holandesa, como agradecimiento a la dieta de adelgazamiento a la que sometió a la población durante el asedio)

-“Vaya, pues yo creo que es mejor “La Cachonda”, también conocido como “La Mona Chita”, de Leonardo da Vinci” (efectivamente,  siempre pensé que tras su enigmática sonrisa se escondía una lujuria atávica y animal insatisfecha)

-“Me encanta Gabriel García Márquez, sobre todo “Mil años de soledad” (seguramente los Buendía habrán emigrado de Macondo a mitad de novela)

-“Eres un cielo, tienes más paciencia que el santo Bob” (¿Esponja?)

-“Vengo del médico. Me han hecho una ecología del corazón y me han dicho que tengo un trombón entre el ventrílocuo izquierdo y la histeria caótica” (Ya, y una pandereta en el celebro, entre el pulpo raquítico y el hueso occidental)

-“Me apasiona la Historia de la Segunda Guerra Mundial, fundamentalmente el desembarco de Lombardía” (claro, ¿por qué no?, ¿y cómo es que no se les ocurrió liberar Francia entrando más directamente por la Toscana?… Seguramente alguien la debió cagar enviando mal las coordenadas)

-“Noto que estás de mal humor, tienes el ceño zurcido” (imagino que no es para menos, lo doloroso que debe ser hacerse un bordado en el entrecejo…)

-“Por favor, termina de contar esa historia, me dejas en pascuas” (eso es, sembrando la incertidumbre alrededor de la Semana Santa)


Hasta ahora nos hemos dedicado al análisis y comentario de frases y expresiones. A partir de aquí trataremos de hacer algo similar con las palabras. Mi propuesta consiste en conseguir un nuevo léxico, por medio de la hibridación y el mestizaje. Me explicaré mejor. Se trata de acuñar y definir nuevos términos a través de la superposición y amalgama de otros dos. El sentido del nuevo vocablo vendrá determinado por los que poseen aquellos a partir de los que se genera. A esto le llamo patear el diccionario.

Veamos algunos ejemplos:

-“Sarcáusctico”: individuo con sentido del humor excesivamente ácido.

-“Viocioso”: dícese de aquella persona adicta al tiempo libre.

-“Tribial”: motivo o cuestión étnica de escasa relevancia.

-“Hermanéutico”: asunto fraternal oscuro, críptico o indescifrable.

-“Simplosio”: reunión o asamblea multitudinaria de pardillos.

-“Hostialidad”: tensión resuelta a base de leches.

-“Hedornista”: dícese de aquel que disfruta deliberadamente del mal olor.

-“Ornamiento”: decoración falaz y engañosa.

-“Suciudad”: basura que se acumula a lo largo y ancho del entorno urbano.

-“Sexystencia”: vida consagrada a lograr ser objeto de admiración y deseo.

-“Martirimonio”: vida conyugal insoportable.

-“Fastiodioso”: calificativo de aquello que resulta molesto y desagradable.

-“Comidia”: serie humorística de televisión retransmitida a mediodía.

-“Homicilio”: asesinato llevado a cabo en el seno del hogar.

-“Cojonsejo”: observación que se realiza para que se lleve a cabo por huevos.

-“Pantalión”: del código de Hammurabi, ojo por ojo, diente por diente y pantalón por pantalón.

-“Birria”: cerveza de sabor desagradable y de mala calidad.


Os animo e invito a participar, a jugar con las palabras, a extraerles todo su jugo, a dar patadas al diccionario, a pensar frases deshechas y fundamentalmente, a que disfrutéis con ello.


1 comentario:

  1. Hola Miguel:
    Tengo una curiosidad, seguramente incontestable, :), ¿de dónde te vendrá tanta creatividad?.
    Es la pregunta que suelo hacerme cuando siento que estoy ante un artista. Cada relato, o nuevo post tuyo que leo me gusta más.
    ¡Ánimo, sigue con esto: parece que escribir es lo tuyo!.
    Un saludo.

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