miércoles, 12 de enero de 2011

Hoy cocino yo…alta cocina (cuarta parte)

PRIMEROS PLATOS

A estas alturas se empieza a manifestar de forma ostensible y palpable el contraste y desequilibrio cuantitativo al que nos venimos refiriendo últimamente.

Comenzaremos comentando la columna de la izquierda. En orden descendente, encontramos ejemplares de COCIDO, FABADA y TORTILLA DE PATATAS. Punto. Nada más, res de res, nothing at all, rien de rien, niente di più. Se dice pronto, tanto como inversamente proporcional al tiempo que tardaremos en meternos estos platos entre pecho y espalda. Si tratásemos de explicar lo que vemos a cualquier persona ausente, bastaría con pronunciar en voz alta y clara las palabras mágicas: COCIDO, FABADA Y TORTILLA DE PATATAS. No hará falta salpicar nuestro discurso de retórica barata. Seguramente serán capaces de reconstruir mentalmente unas imágenes análogas a las que aquí se muestran.

Sin embargo, tratar de ser breve a la hora de explicar la columna derecha es, como poco, una utopía propia de mentes ilusas y pueriles.
Quiero pensar que cuando Baltasar Gracián, allá por el siglo XVII, dijo aquello de “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”, y posteriormente ya bien entrado en siglo XX Ludwig Mies van der Rohe acuñó el famoso “menos es más”, no se referían precisamente a esto.

Al observar detenidamente el primer plato de la columna derecha, no puedo dejar de preguntarme qué será esa……..”COSA” que flota en un charquito de petróleo. En estos momentos de angustia y crisis agnósica, más que nunca, os invito a vosotros, apreciados lectores, a que participéis activamente formulando hipótesis, con el fin de, entre todos, acceder a la luz del conocimiento verdadero. En cualquier caso, la…....”COSA” me transmite sensaciones de soledad infinita, vacío espiritual y osadía moral, entre otras. Cometeré el atrevimiento de poner el siguiente nombre a la delicatesen en cuestión: “laminilla revirada de misterio del Chef, sobre lecho de crujiente barquito de sorpresa sensorial a la deriva en océano oleico-lactoso, con deconstrucción de microsépalos fitocaducifolios”.




La segunda imagen asciende un peldaño más en la escalada de desconcierto al que venimos asistiendo. En este caso se añade un componente de sadismo que no me deja indiferente. Tengo la impresión de que se trata de….... ¡¿DOS CARACOLES?!. Uno en el centro, víctima de un despiadado expolio, yace tendido, humillado y ajusticiado sobre un cadalso compuesto por un picatoste de pan crujiente. El otro, es obligado a presenciar la grotesca escena desde el extrarradio del plato. Éste último permanece acojonado, con las piernas (o la mucosa) temblando, pensando que se ha librado por los pelos (o los cuernos) de una muerte vil y angustiosa, sin poder reunir el valor suficiente para acudir al rescate a su compañero de andanzas (o arrastranzas) agonizante, o para, al menos, ofrecerle un último y cálido abrazo mucoso al pie del patíbulo.

Prestad atención ahora al tercer plato. No tengáis prisa, tomaos vuestro tiempo. Contemplad la obra. ¿Qué será…?, ¿qué será…?. Ni puta idea, ¿verdad?. Pues bien, quizás os sorprenda saber que he podido averiguar, tras una profunda investigación, que se trata de un plato de…..PASTA. Sí señor, de pasta. Concretamente se llama “Ravioli al salmón”. Y quiero destacar que digo bien, ravioli, en singular, ya que tan solo hay uno. Probablemente la abundante espuma, cuya plasticidad y capacidad evocadora de ambientes marinos nadie pone en duda, no termina de acompañar en la labor de conseguir que el plato resulte mínimamente deseable o apetecible.

 Quizás el verdadero significado que se esconde tras esta última serie de platos trascienda nuestra capacidad cognitiva. Posiblemente se trate de una metáfora indescifrable, de un grito mudo de dolor desgarrador, de una canción que el viento nos robó, del espejo en que se mira, sin saberlo, la soledad que invade al creador, al demiurgo de los fogones, al genio incomprendido. Quisiera quedarme con esto último, quizás más tranquilo, pero con seguridad, más hambriento.

2 comentarios:

  1. Hola Miguel! Enhorabuena por tu blog y sobre todo por tu cómica analítica. He leído algunos de tus textos y me gustan mucho, son desenfadados y ocurrentes. Yo también soy bloggera. El mío es de literatura y se llama "la emoción indomable", por si te apetece algún día pasarte por allí. Felicidades!!

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  2. Hola Gabriela! Grata sorpresa la de verte por aqui! Muchas gracias por las palabras que me dedicas, viniendo de alguien que comparte la pasión por la escritura resultan muy motivadoras. Por supuesto que me voy a pasear por tu blog, ya te contaré.
    Besos!

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