Una explosión ensordecedora aceleró su ritmo cardíaco. El pánico se apoderó de la situación. Contempló el miedo en los ojos de la gente. Vio pasar ambulancias mientras los alienígenas arrasaban lo que quedaba de la ciudad. Decidió acabar con todo de una vez. Se incorporó lentamente y apagó la televisión.
Este blog llamado "quemecuento" nace con una clara e inequívoca vocación. Una vocación que desvelaré en cuanto la descubra. De momento, lo único que puedo adelantar es que trataré de tomarme el sentido del humor muy en serio.
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Demoledor.
ResponderEliminarSimplicísimus
Con tan poco...!qué intensidad!
ResponderEliminarLo sabía, sabía que eras así de increíble. Gracias, Miguel...por mostrar algo nuevo de ti; que sé que sólo es la punta del iceberg.
Me ha encantado, un beso.
Tanto en tan escueto, mucho en poco, grande en pequeño.
ResponderEliminarTe sigo leyendo.
P.Bajos.
Muy bueno!
ResponderEliminarPíldoras de sabiduría, absurdos situacionales, baños de hiperrealidad: siempre divertidos, antídotos contra el mal humor.
ResponderEliminarCortito pero bueno, felicidades!!!
ResponderEliminarSaludos~
Hola Miguel,
ResponderEliminarVengo a desearte unas felices navidades...Estoy contenta, primero por que "este mundillo" me haya dado la oportunidad de conocer y poder disfrutar con gente increíble...como tu.
Espero que este año sea un año en el que todos tus sueños se cumplan.
Lo siento, pero soy muy agradecida y no puedo olvidar que tu fuiste mi primer seguidor y por ello te daré las gracias siempre...
Un beso, amigo.
Sos un ¨GRANDE¨Miguel, puro talento, sin metáforas complicadas,humor y sabiduria para llegar el otro.Puro placer!!!!!! felicitaciones.
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