viernes, 29 de abril de 2011

Reflexiones de cabecera…¿Quién sabe si…? Novena parte






-Si no encuentro una documentación importantísima, me vuelvo loco y quemo la oficina por la desesperación, ¿he perdido los papeles o he prendido los papeles?

-Si un actor toma una hoja DIN-A4 y empieza a atravesarla con hilos de coser, enganchados a una aguja, ¿se podría decir que ha bordado el papel?



jueves, 28 de abril de 2011

Reflexiones de cabecera…¿Quién sabe si…? Octava parte







-Si vacío un bote de sosa cáustica en el vaso de refresco de un amigo, ¿tendré un humor algo ácido?, ¿conservaré su amistad?, ¿conservará él la vida?


-Si un electricista loco me amenaza con provocar un cortocircuito en mi casa, ¿se le han cruzado los cables?, ¿le debería seguir la corriente?


miércoles, 27 de abril de 2011

Reflexiones de cabecera…¿Quién sabe si…? Séptima parte







-Si vas a Qatar  y no pruebas el vino, ¿es una paradoja, una putada o, sencillamente, cumples la Ley?

-Si el Dr. Watson organiza una cata de quesos, ¿cuál le gustará más a Sherlock Holmes? ¿el emmental?


martes, 26 de abril de 2011

Reflexiones de cabecera…¿Quién sabe si…? Sexta parte (creo recordar)




-Si tras el desayuno siento una gran descomposición intestinal y no hay un baño a menos de dos kilómetros de distancia, ¿me iré cagando leches?

-Si acabo de extraviar el reloj por cuarta vez esta semana, ¿estoy perdiendo demasiado tiempo últimamente?


lunes, 25 de abril de 2011

Reflexiones de cabecera…¿Quién sabe si…? Quinta parte







-Si una “A” de 30 metros de altura me derrota en un duelo a muerte y le pido clemencia, ¿se lo digo al pie de la letra?

-Si el Reloj de la Puerta del Sol cae hacia el suelo y yo estoy justo debajo, ¿se me echa el tiempo encima?


domingo, 24 de abril de 2011

Reflexiones de cabecera…¿Quién sabe si…? Cuarta parte








-Si un atracador me asalta por sorpresa y en el último momento se arrepiente, ¿le habrán asaltado a él las dudas?

-Si se me ocurre hacer el Camino de Santiago, ¿he tenido una idea peregrina?

sábado, 23 de abril de 2011

Reflexiones de cabecera…¿Quién sabe si…? Tercera parte



 


-Si el banco ejecuta mi hipoteca por impago y me pongo a llorar, ¿me siento embargado por mis emociones o me siento emocionado por mis embargos?

-Si llegas a tu casa y encuentras a Garfield en tu propio despacho estudiando oposiciones para fiscal, ¿se podría decir que ahí hay gato encerrado?

viernes, 22 de abril de 2011

Reflexiones de cabecera…¿Quién sabe si…? Segunda parte









-Si me paso la mañana durmiendo en la oficina pero después de comer me lío a hostias con el contable, ¿podrá decir mi jefe que no he dado ni golpe en todo el día o no se atreverá?


-Si en mitad de una calle me encuentro con una descomunal mierda que huele fatal, ¿se podría afirmar que todos los caminos llevan aroma?


jueves, 21 de abril de 2011

Reflexiones de cabecera…¿Quién sabe si…?


Reflexiones de cabecera es un nuevo espacio que invita a realizar dos flexiones seguidas con la cabeza, ayudando a tonificar la mente, ese músculo abstracto que tenemos en el cerebro.




-Si voy a la pescadería, pido que me pongan unas colas de pescadilla para hacer caldo, me cobran 100 euros y no me quejo, ¿me faltan agallas?


-Si Will Smith queda con Morgan Freeman, Denzel Washington y Eddie Murphy para tomar algo por la tarde, ¿se podría decir que es una merienda de negros?


martes, 19 de abril de 2011

Sucesos par(i)dos….Fray Guillermo, un monje claustrofóbico





Nota: para la lectura del presente artículo se recomienda pinchar sobre el enlace, en aras de conseguir un mayor grado de implicación emocional con el asunto tratado.





-Querido fray Eustaquio, debo confesarle algo.
-Me honra usted, señor Abad. Sin Pecado Concebido, ya puede comenzar.
-No deseo confesarme, tan sólo quiero hablarle acerca de una cuestión.
-De acuerdo Padre, hable, hable.
-Nuestro hermano Guillermo nos va a dejar.
-¿Va a morir?
-No. Ha pasado a otra vida, tal vez a una mejor.
-¿Ha muerto ya?
-No. Ha dejado los hábitos.
-Ya era hora. Tenía unas costumbres horrorosas.
-No es eso, hermano Eustaquio. Ha abandonado nuestra orden.
-Siempre fue un desastre y un desorganizado, no le iban las órdenes para nada.
-Sí, eso es verdad.
-¿Por qué se va?
-Padece claustrofobia.
-¿No le gusta nuestro claustro?
-No lo sé. Creo que no quiere seguir durmiendo en una celda. Afirma sentirse como un preso.
-¿Preso de qué?
-De su propia claustrofobia, supongo. El caso es que ha recibido la Llamada.
-¿Qué llamada?
-La Llamada del Señor.
-¿De qué señor?
-La del Padre.
-¿De qué padre? El suyo lo abandonó…
-Sí, cuando tenía tan sólo 39 años, ¡qué canalla!
-Es cierto, pero… ¿De quién era la llamada?
-Del Todopoderoso.
-¿¿Donald Trump es su padre?? ¡¡Qué fuerte!!
-No, hermano Eustaquio. Dios lo ha iluminado con su luz.
-¿Con qué luz?
-La que le guiará en su camino.
-A ver si me aclaro, ¿estamos hablando de faros antiniebla o de un GPS?
-No es eso, hijo. Se trata de una luz interior.
-No me diga que se ha convertido en un ser autoluminiscente. O a ver si van a ser gases...
-No, déjelo, no importa. El hecho es que se va.
-¿Dónde irá ahora?
-Se va a unas Misiones.
-¿Secretas?
-No. Divinas.
-¿Divinas de la muerte?
-No, va en representación de Dios.
-¿Él no puede ir en persona?
-¿Quién?
-Dios.
-No, tiene mucho papeleo.
-¿Dónde?
-En el Más Allá.
-¿Más allá con respecto a qué?
-Más allá con respecto a aquí.
-¿Muy lejos?
-Sí, en el infinito.
-Pero Padre, los problemas están más en el más acá que en el más allá, ¿no cree?
-Sí, y por eso irá Guillermo.
-Pero... ¿No había muerto por unos gases luminosos?
-No. Va a llevar el mensaje de Dios.
-¿No podría alguien enviar un e-mail?
-No.
-¿No tienen fax allí?
-No lo sé. Debe ir Guillermo.
-¿Va él sólo?
-No. Dios estará con él.
-Pero, ¿no tenía mucho papeleo?
-Es una forma de hablar, hijo mío.
-Entonces, ¿va con Dios o va sólo?
-Me imagino que se decidirá en el último momento.
-¿De qué va el mensaje?
-Es Su palabra.
-¿Qué palabra?
-La de Dios.
-La palabra D-i-o-s tiene sólo cuatro caracteres, podría twittearla, o enviarla por sms, ¿no sería más barato?
-No, hijo mío. Dios tiene un Plan.
-Pero…¿No tenía mucho papeleo? ¿En qué quedamos?
-No. Digo que Dios tiene un Plan para cada uno de nosotros.
-¿Usted cree que me llevará de pic-nic a mi alguna vez?
-No lo sé. Quiero decir un Plan Mayor.
-¡Ay, señor Abad! ¡No me diga que me llevará de ruta por el románico catalán! ¡Qué ilusión!
-Me refería al Plan para el hermano Guillermo.
-¿Pero no se iba por la claustrofobia?
-Cierto.
-Entonces…¿ha sido Dios el que le ha inculcado su patología? Eso no es plan.
-No sé qué decirle… La cuestión es que tal vez lo acompañe la Madre Teresa.
-No sabía que su madre se llamara Teresa. Me doy cuenta de que hablamos poco entre nosotros.
-La Madre Teresa no es su madre, es tan sólo una Hermana.
-Tampoco estaba al corriente de que Fray Guillermo tuviera hermanas.
-Déjelo, de verdad, no creo que sea capaz de entenderlo.
-Oiga, señor Abad, ¿a qué sitios se van de Misiones?
-Primero Sudán y luego Irán.
-¿¿Cómo?? ¿A qué se refiere con eso de sudar antes de ir?
-Sudán. ¿Sabe por dónde le digo?
-Pues sobre la Madre Teresa no dispongo de datos, pero sobre el Hermano Guillermo desgraciadamente sí. Fundamentalmente le sudan las axilas y los pies. Creo que no traspira bien, su celda olía como la de un legionario.
-Hermano Eustaquio, ¿verdad que no sabe usted lo que es Sudán?
-Hermano Abad, la duda ofende. Claro que lo sé. Es la tercera persona del plural del presente de indicativo del verbo sudar. Usted mismo me enseñó las conjugaciones.
-Sudán es un país de África.
-Vaya, es muy coherente.
-¿Por qué dice eso?
-Porque supongo que hará calor allí.
-Pues sí, hermano Eustaquio, tiene usted razón.
-¿Y luego dónde van?
-Irán.
-Eso, irán, en futuro, lo capto, pero ¿dónde?
-Irán, Irán, se lo estoy diciendo.
-¡Ya sé que irán! ¡Claro que irán! No me tome por estúpido. ¿Dónde irán es lo que le estoy preguntando?
-Irán, Asia.
-Sí, irán hasia… ¿dónde?
-Es igual, déjelo. Quédese con que irán y luego volverán.
-Volverán es un país, ¿verdad? Como el de Nunca Jamás, ¿a que sí?


jueves, 14 de abril de 2011

La gravedad, una Ley de mucho peso y sumamente atractiva


Como todos sabéis, la gravedad es una cuestión de peso que no puede ser tomada a la ligera. Imagino que también conoceréis a su creador, un tal Isaac Newton. Este buen hombre se hallaba, durante una calurosa tarde de verano, descansando bajo la sombra de un árbol (ciertos historiadores sostienen que estaba pensando, pero no hay modo de probarlo, pues según parece ya fallecieron tanto el señor Newton como el árbol). Se dice que le cayó una manzana en la cabeza y raíz de este infortunio nos obsequió con su conocida Ley de la Gravedad. Me pregunto qué hubiera sucedido si en lugar de una manzana hubiese recibido el impacto de un melón. Intuyo que la ley habría adquirido un carácter mucho más grave, al igual que sus lesiones. No digo que esté mal, cada planeta tiene lo que se merece, de hecho supongo que en Marte se vive peor, bajo el influjo de la Ley Marcial.




Como decía, la Ley de la Gravedad fue inventada, en principio y en “Principia”, alrededor de 1687, y se trata de una norma de obligado cumplimiento con carácter no retroactivo. Con anterioridad a la entrada en vigor de dicha Ley, los seres y objetos de nuestro planeta no estaban sujetos a la acción de la gravedad. De hecho, la expresión “vivir anclado en el pasado” viene a confirmar esta hipótesis. El único modo de permanecer sujeto a la Tierra era a través de anclajes que evitaran las tan temidas levitaciones espontáneas. Es más, me atrevería a afirmar que las denominaciones de Edad de Piedra y de las distintas Edades de los Metales, hacían referencia a los materiales que la gente de entonces guardaba en los bolsillos para no salir volando en contra de su voluntad. Frases muy repetidas en la Antigüedad, y que ilustran lo que vengo diciendo son “andar con pies de plomo” o “ponérsele a uno los huevos de corbata”, pues en ausencia de campo gravitacional, los testículos tenían mayor margen de movilidad que en la actualidad, subiendo y bajando a su libre albedrío.
De este modo resulta muchísimo más plausible el ascenso de Cristo a los cielos, que debió tratarse, según mi teoría, bien de un descuido o bien de falta de lastre, ya que previamente había abandonado todas sus pertenencias.

A partir de la creación de la Ley de la Gravedad, se acuñan expresiones como “tener los pies en el suelo” o “la tierra tira mucho, concretamente el producto de las masas partido por la distancia que las separa al cuadrado y todo ello multiplicado por una constante llamada g, que tiene un valor aproximado de 9.8 metros por segundo al cuadrado”. De esta segunda frase acabó cayendo la parte explicativa de la misma, no precisamente como consecuencia de la gravedad, sino más bien por razones de marketing y de ahorro verbal.

Si bien el concepto de gravedad, en el plano teórico, se estudia a lo largo de la educación secundaria, el aprendizaje práctico y análisis de la gravedad de la gravedad (valga la redundancia), lo incorporamos a nuestra órbita de conocimiento a una edad mucho más temprana, aproximadamente en el momento en que empezamos a caminar o, al menos, a intentarlo. Es tan sólo una muestra más de la precariedad e irracionalidad de nuestro sistema académico. Tal vez sería conveniente incluir en el currículo de la etapa de educación infantil algún objetivo al respecto. Calcular nuestro propio centro de masas, analizar distancias, sopesar el riesgo de subirse a una mesa y valorar la necesidad de pedir ayuda para bajar de la misma son herramientas procedimentales y actitudinales que a cualquier niño de 3 años le podrían venir muy bien.

Citaré, a continuación, nombres de ilustres personajes cuya vida ha estado, de un modo u otro, ligada a la cuestión que nos ocupa.

En primer lugar tenemos a John Graves, escritor norteamericano del siglo XX. Tras permanecer largos años a la zaga, concretamente dos pasos por detrás de su coetáneo y tocayo John Dos Passos, el gran salto a la fama lo dio gracias a su novela “Goodbye to a River”.

A continuación encontramos a Thomas Gravesen, exfutbolista danés del Real Madrid, recordado aún por el grave incidente que protagonizó durante un entrenamiento junto a su compañero de equipo Robinho, al que no le caía muy bien. La disputa se produjo, seguramente, tras un acalorado debate y una agria polémica acerca de la necesidad o no de marcar más goles que el contrario para ganar un partido.

Siguiendo la línea trazada, nos detenemos en la figura de Federico Carlos Gravina, Capitán General de la Real Armada Española. Cayó abatido durante la Batalla de Trafalgar, falleciendo poco después como consecuencia de la gravedad de sus heridas.

Un hecho insólito, que ilustra las desavenencias que se producen, en ocasiones, en el seno de una misma familia, es el que encarnan los hermanos Louis y Neil Armstrong. El primero, Louis, músico insigne de voz grave donde las haya, siempre permanecerá en nuestro recuerdo a través de su célebre “What a wonderful world”. El segundo, Neil, eclipsado por la cavernosa voz de su hermano, consagró su vida a escapar de la gravedad por la que tanto se reconoció a Louis, con bastante éxito, por cierto, puesto que se convirtió en uno de los primeros viajeros del espacio, además de dar nombre a la nueva profesión, la de armstrongauta. Fue el primero en “dar el salto al estrellato”, y de él se dice que acuñó la frase “estar de vuelta de todo”, aunque según parece lo que realmente quiso decir fue “todo me está dando vueltas”, incluso las palabras, añadiría yo, probablemente como consecuencia de la ingravidez.

Además de estos ejemplos, existe una serie de apellidos de personajes públicos, en los que de forma más o menos implícita se puede apreciar claramente cómo la gravedad sube un peldaño más en su escalada hacia lo manifiestamente nocivo. Entre otros encontramos los casos de Ana Mato, Jaume Matas y Alfonso Guerra, representando a la clase política, Gorka Verdugo, ciclista profesional, Pedro Riesgo, exfutbolista, Patxi Puñal, futbolista, Sandra Golpe, presentadora del informativo matinal de Antena 3, Arcadi Espada, periodista, Kiko Veneno, músico, o la mítica Elisabeth Arden, procedente del mundo de la cosmética y la perfumería.

Por último, me gustaría destacar el papel de Goya en relación a la materia que estamos tratando. Aquejado por una grave sordera, consagró la última etapa de su vida al desarrollo del grabado.

Otro contexto en el que, con frecuencia, hace acto de presencia la gravedad es en el ámbito de la sanidad. Por ejemplo, si el médico diagnostica que padeces cálculos renales, más que grave, que lo es, deberías saber que se trata de una especia de gravilla.

Tendemos a pensar, no sin cierta razón, que aquello que sube acaba descendiendo, y solemos apuntar hacia la gravedad como causante de tal efecto. Sin embargo, pasamos por alto que no siempre es ella la principal responsable de todo lo que cae. Por ejemplo, mis amigos me caen bien, con o sin gravedad de por medio. El hecho de que se me haya caído el pelo responde más a motivos de orden alopécico-androgénico que a los relativos al campo gravitacional. Cuando caigo del burro es porque he caído en la cuenta de algo que hasta ese momento ha pasado inadvertido para mí. Si me tengo que dejar caer por algún sitio, no hace falta que tome altura para hacerlo. Cuando un político se cae de una lista electoral no suele romperse las costillas, a pesar de que a más de uno se le debería caer la cara de vergüenza. ¿A quién no se le ha caído un mito?, ¿verdad que no se ha roto?
En fin, espero que este artículo no caiga en el olvido. Si lo hace, estoy convencido de que no será debido a la fuerza de la gravedad sino que lo hará por su propio peso.

domingo, 10 de abril de 2011

Test arduo para un testarudo




Mi apreciada amiga Bea, del blog El Placer de Divagar http://mipanty.blogspot.com , cuya lectura y seguimiento recomiendo, me ha lanzado una invitación, como quien no quiere la cosa, para pasar el TEST que veréis a continuación. A pesar de deTESTar este tipo de pruebas, he aceptado de buen grado el desafío, ya que me sirve para dar TESTimonio de ciertos aspectos sobre mi persona, que de otro modo no se verían conTESTados. Por todo ello y por tu participación activa en este espacio, te doy mil gracias Bea.
Comienzo pues, echándole un par de TESTículos.


¿Cuántas preguntas puedes contestar inteligentemente?
Inteligentes no sé, lo que sí garantizo es que trataré de que mi respuestas sean, al menos, inteligibles.

¿Una certeza?
El principio de incertidumbre de Heisenberg, en otras palabras, cuanta mayor certeza se busca en determinar la posición de una partícula, menos se conoce su cantidad de movimiento lineal y, por tanto, su velocidad.

¿Un color?
El ado, el color ado.

¿Un deseo?
Ser dueño y señor de una viñeta, es decir, de una pequeña explotación vitivinícola, o sea, de calimocho, vamos, de vino con cola.
Sé que más que un deseo parece algo fantasioso, vaya, como un oso bebiendo fantas.

¿Una virtud?
La diplomacia. Si tuviera que enviarte a la mierda lo haría de tal forma que estuvieras impaciente por llegar.

¿Una frase?
Siempre una frase hecha, bien hecha o al punto, las crudas no me tiran mucho.

¿Un sueño?
Que se cumpla mi sueño.

¿Un defecto?
No tengo ningún defecto, aunque si tuviera que elegir uno diría que la modestia ;-)

¿Qué significado tiene para ti la hoja en blanco?
Una hoja en blanco me ofrece la posibilidad de ensuciarla a mi antojo.

¿Escribes por necesidad o por afición?
Por las tres cosas.

¿Pones música en tu blog?
No, de momento no me he tomado la molestia de saber cómo se hace eso.

¿Eres una persona sentimental?
Veréis, la palabra sentimiento siempre me ha parecido un tanto ambigua. Empieza sintiendo y acaba mintiendo. Volviendo a la pregunta, supongo que soy más mental que senti.

Si tuvieras que tener un sólo sentimiento, ¿Cuál sería?
¿Sólo uno? En ese caso supongo que sentiría mucho la soledad.

¿Una pregunta?
¿Me dice a mí?, adelante, pregunte usted lo que quiera…

Si desearas algo, ¿qué pedirías?
El precio, lo pediría con mucha educación.

Cuando escribes, ¿qué sientes?
Percibo claramente que estoy escribiendo.

Si no fueras creyente, ¿en qué creerías?
Me defino como agnóstico ortodoxo no practicante, así es que, como usted comprenderá, no me gustan para nada las etiquetas.

¿Qué esperas de la vida?
Conservarla.

Tienes un blog, ¿por qué?
Un día me aburrí mucho y luego empecé a escribir.

¿Crees que eres una persona que reconoce su valía?
Sí, creo que soy una persona, de hecho, estoy prácticamente seguro.

¿Qué esperas del amor?
Que me permita, de vez en cuando, ir de cañas con los amigos.

¿Qué le pedirías a la vida?
Que cuando se acerque el final, justo en el último instante, tenga las fuerzas suficientes para esbozar una sonrisa, mirar fijamente a mis seres queridos y decirles con cariño mientras arqueo las cejas: “¿Lo veis?, ya os dije que me encontraba mal”.



Bueno, pues ya está, esTESTodo amigos. Ahora se supone que debería pasar el TESThigo (puesta a punto de un higo o un higo que presencia un suceso) a cinco de mis colegas blogueros. Dado que no quisiera poner en un compromiso a nadie, me limitaré a manifestar y enunciar los motivos por los que me gustaría ver publicada una prueba de este tipo en cada uno de estos blogs, dejando al libre criterio de cada cual tomar la decisión de hacerlo o no. Mi elección se fundamenta en la presencia del sentido del humor en ellos, por lo que el listado es el siguiente:


http://piramientos.blogspot.com Piramientos de Joaquín Berges. Uno de mis blogs de cabecera y referente del humor del absurdo. Sencillamente genial, al igual que su obra literaria, muy pero que muy recomendable.
http://quietbrown.blogspot.com QuietBrown de Natalia Sanguino. La ironía y el sentido del humor aderezan unos textos claros, directos y divertidos. Merece la pena leerlos, a mi me encantan.
http://lavidadelola-nolilolilo.blogspot.com La Vida de Lola. Como ella misma afirma, son historias cotidianas de poca trascendencia mundial y sí de mucha personal. Además, añado yo, de ser historias cómicas que enganchan.
http://rampael.blogspot.com El Rincón de Rampael. Ingenioso e hilarante, textos descontextualizadores e irónicos sobre cualquier tema y materia.
http://www.latonteriadeldia.com La Tontería del Día. Aporta y comenta vídeos y enlaces que no tienen desperdicio, la risa está garantizada.

miércoles, 6 de abril de 2011

Sucesos par(i)dos….un examen médico de todo corazón

Sostengo, como diría Tabucchi de Pereira, que la crueldad y el sadismo del ser humano no conocen límites. ¿De qué otra forma se puede explicar que alguien pueda disfrutar leyendo el diálogo que viene a continuación? Trataré de recrear la conversación que tiene lugar en un consultorio médico, entre el doctor y uno de sus pacientes, aquejado por una dolencia peculiar.




-Buenas tardes, ¿qué le ha traído a usted por aquí?
-Mi mujer, aquí presente, me ha traído en su coche, no sabe lo mal que está el transporte público.
-Discúlpeme, reformularé la pregunta. ¿Por qué ha venido a la consulta?
-Verá doctor, como puede comprobar, tengo una daga florentina insertada en el corazón y como comprenderá, resulta bastante incómoda. Vengo a que me reconozca.
-Lo siento caballero, su cara no me suena absolutamente de nada, no le reconozco.
-Insisto, me gustaría que me atendiera. El cuchillo clavado no me permite dormir boca abajo y últimamente estoy pasando mucho sueño.
-Está bien, de acuerdo. Dígame su nombre.
-¿Qué relevancia tiene el nombre ahora?
-Mucha. El nombre tiene mucha relevancia, ahora y siempre. Nos individualiza ante la sociedad, de hecho, en ocasiones el nombre puede llegar a forjar una personalidad que…
-Vale, vale, me llamo Glauco. Glauco Cito.
-Dígame, señor Cito, ¿le duele mucho?
-Sólo cuando me río.
-Ya veo. ¿Toma usted algo?
-Sí, gracias. Póngame un cortado, corto de leche, si no es mucha molestia. ¿Qué tiene de bollería?
-Oiga, creo que me ha malinterpretado. Le preguntaba si tomaba algo para lo de su herida.
-¡Ah! Pues no sé, póngame un poco de amoxicilina y un vasito de agua.
-Bien, déjelo. ¿Tiene usted algún otro síntoma?
-Sí, la verdad es que la hoja de acero del cuchillo me roza un poco la arteria aorta y me hace cosquillas. Cuando hago la diástole me da la risa, ¡¡Jajajajaja!! Así, ¿lo ve? Doctor, dígame, ¡¡Jajajajaja!!, ¿que padezco?
 -Pues parece usted un auténtico gilipollas. Pero da igual. ¿Expectora cuando tose?
-¿Yo?, ¿qué si hago qué?
-¡Digo que si esputa!
-¿Quién?, ¿mi mujer, puta? ¿Cómo se atreve a insinuar tal cosa?
-Oiga, yo no he insinuado nada, le decía que…
-O sea, ¿que lo afirma? Tiene usted muy poca vergüenza doctor, que lo sepa. ¡Retírelo!
-Lo siento, ha sido un malentendido. No obstante me reafirmo en el diagnóstico. Es usted muy, muy gilipollas. Por cierto, tengo una duda, ¿cómo se ha hecho usted esto?
-Verá doctor, ha sido una tragedia.
-Ya me imagino, ha debido de ser horrible.
-No me entiende, doctor. Ha sido una tragedia romana. Soy actor e interpretaba a Julio César en el momento de su muerte. Nuestra compañía de teatro es partidaria de no sobreactuar. Entendemos el arte dramático como una prolongación de la realidad cotidiana, jamás fingimos una escena, la reproducimos tal cuál es, llevándola hasta las últimas consecuencias. Debería haber visto al público, puesto en pie y aplaudiendo emocionado y entregado. Se les saltaban las lágrimas, igual que a mí, aunque por diferentes motivos, claro está.
-Veo que le tocó a usted el peor papel en esta ocasión.
-No crea, debería haber visto usted las caras de los compañeros que tuvieron que hacer de eunucos.
-¡Vaya por Dios! Prosigamos. ¿Sabe si existen antecedentes en su familia con la misma patología?
-Ahora que lo dice, creo recordar que a un tío abuelo mío lo atravesó una lanza durante la rendición de Breda. La culpa fue de los tercios de Flandes.
-Ya. Supongo que la vida militar en el siglo XVI debió de ser muy dura.
-¿Qué vida militar? También era actor, y se conoce que antes del lanzamiento del musical “Lánzame la lanza con suma confianza”, que recreaba el famoso cuadro pintado por Velázquez, se pusieron hasta arriba de tercios de cerveza belga. Algo debió salir mal como consecuencia del estado de embriaguez en que se hallaban, y lanzaron las lanzas de forma poco precisa, o más bien justo lo contrario. Total, fallecieron treinta miembros de la compañía, el apuntador y parte de los ocupantes de la primera fila del…
-Es igual, no quiero saberlo. Ahora le voy a realizar a usted un examen médico exhaustivo.
-Gracias doctor, por fin se ha dado cuenta usted de la gravedad de la situación.
-Vamos allá. Defina, con sus palabras, en qué consiste el lupus.
-Oiga, ¿qué significa esto?
-Lo siento, no puedo darle pistas, ya le dije que le iba a examinar, no se haga usted el tonto. Responda.
-De acuerdo. El lupus es una enfermedad autoinmune crónica que afecta al tejido conjuntivo.
-Correcto. Ahora enuncie brevemente alguno de los síntomas de la astenia primaveral.
-Oiga, me encuentro un poco cansado y no tengo ganas de seguir con esto.
-¡Es correcto también! Describa los efectos del trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
-¡Me cago en la leche! Está usted acabando con mi paciencia. Estoy que me subo por las paredes y de un momento a otro voy a dejar de escuchar sus estupideces.
-¡Fantástico! Ha superado usted con éxito el examen. Mi más sincera enhorabuena. Ahora voy a tratar de extraerle el cuchillo. ¿Quiere que lo haga con o sin dolor?
-¿Qué es más barato?
-Hombre, sin dolor es mucho más económico, del orden de la mitad de precio.
-Pues no se hable más, sáquelo usted sin dolor.
-De acuerdo. Muerda este paño. Empezamos.
-¡Ahhh!
-No se me queje, hombre, que aún no lo he tocado.
-Vale, vale, estaba ensayando.
-Vamos allá…A ver, a ver… Madre mía, lo tiene usted bien empotrado. Necesitaré la ayuda de su esposa. Tenga, ate a su marido con esta cuerda a la silla. Póngase detrás y estire de él con todas sus fuerzas.
-¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Ahhh!
-No grite, hostia, que al final se lo voy a tener que cobrar con dolor.
-¡Jajajajaja! ¡Jajajajaja! Me hace usted cosquillas en el ventrículo izquierdo, ¡Jajajajaja! Pare, por favor, creo que estoy entrando en parada cardiorespiratoria, ¡Jajajajaja! ¡Jajajajaja! ¡Que me meo! ¡Jajajajajaja!
-¡Así no se puede trabajar, coño! Creo que va a tener que dormir usted panza arriba durante el resto de su vida.
-¡Jajajajaja! ¡Jajajajaja! Creo que me queda poca, ¡Jajajajaja! ¡Jajajajaja! ¡Me ahogo! ¡Jajajajaja! ¿Cree usted que lo que tengo es grave? ¡Jajajajaja!
-No tengo ni idea. Pero no se preocupe, lo sabremos dentro de un rato, en cuanto le termine de hacer a usted la autopsia.

domingo, 3 de abril de 2011

Mis ojos que leen…intervienen ocho gallos de pelea en Villajoyosa



En esta ocasión, el departamento recientemente creado y dedicado al análisis de datos comparados (con otros, se supone), se ha coordinado eficazmente con el de investigación difusa para ofrecernos el titular, ambiguo como una veleta en medio de un huracán, de la siguiente noticia publicada el día 30 de marzo de 2011 en la edición digital del diario Información:

“INTERVIENEN OCHO GALLOS DE PELEA EN VILLAJOYOSA”

A continuación muestro el enlace, por si alguien, además de mi banquero de con-fianza, no da crédito.


Podría decir que con este titular se ha montado un buen pollo, que las noticias vuelan o que traen cola, pero no lo diré. Sin embargo, lo que si afirmaré, sin duda alguna, es que el presente artículo se prestaría de buen grado a ser escrito con pluma.

En ausencia de cualquier otra opción implícita, el sujeto de la oración parece ser “ocho gallos de pelea”, por lo que los que asumen el papel de efectuar la acción de intervenir deben de ser ellos, digo yo. Esta conclusión me lleva a plantear una serie de interrogantes. Resuelto, por explícito, el dilema del lugar donde se lleva a cabo la intervención (en Villajoyosa), las preguntas serían:

¿Dónde intervienen? Vale, en Villajoyosa. Pero, ¿en qué tipo de acto?, ¿en calidad de qué?, ¿bajo qué circunstancias?

¿En un coloquio?, ¿en un debate?, ¿en un acto electoral? Lo que parece obvio es que como ponentes no, pues esta actividad es más bien cosa de gallinas. Los gallos, si se trata de poner huevos, no tienen mucho que decir, vamos, ni pío.

¿En un acto litúrgico? No creo. Por mucho que se sigan celebrando Misas de Gallo o se rece el “Ave María”, me resisto a ver a estos animales como seres devotos y píos.

¿En un reality show o en un programa de televisión? ¿Gallo Hermano?, ¿Gallejeros?, ¿La Granja? ¿Operación Rebuzno?, ¿El juevo de la oca?, ¿Gallo busca esposa?, ¿La isla de los capones? Podría ser. Acorralados, sin cerrar el pico, todo el día en gallumbos y de picos pardos, aportarían, intelectualmente hablando, lo mismo que las versiones humanas de dichos programas y concursos.

¿En una obra de teatro? ¿En "Fuente ovejuna" como extras de corral? ¿En "la ven gansa de Don Mendo" como parientes lejanos del ánade protagonista? ¿En "Gallígula" como aves del César? (¡qué pavor!)  Entre el público, destacaría la cálida ovación (puesta de huevos) recibida desde el gallinero. Vamos, para ponérsele a uno la carne de gallina.

Por otra parte, e interpretando que no son los gallos los que llevan a cabo la acción de intervenir, sino que más bien son el objeto de la misma, entiendo que podría haber quedado mucho más claro el titular utilizando la voz pasiva, del siguiente modo: “ocho gallos de pelea son intervenidos en Villajoyosa”. No obstante debo reconocer que esta forma de enunciar el titular, si bien despeja ciertas dudas, sigue sin aclarar quién coño realiza la acción. ¿Quién es el sujeto que interviene a los gallos? ¿Un equipo médico?, ¿qué tipo de intervención?, ¿quirúrgica? En cualquier caso, el mayor enigma que se me plantea en estos momentos es el siguiente: Si a un gallo se le opera de patas de gallo, ¿se trata de una intervención de cirugía estética o sencillamente de la amputación de sus extremidades inferiores?

Leyendo la noticia al completo se resuelven todas las incertidumbres planteadas, pero tal vez estaréis de acuerdo conmigo en que un titular de este tipo no es moco de pavo.
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