Desperté confuso. Una bocanada de aire pútrido me devolvió a la realidad. Al aliento fétido de la negrura en la que estaba inmerso se sumó un agudo pinchazo en el estómago. Entonces lo recordé todo. Estaba en el baño, a oscuras y me había quedado dormido mientras hacía de vientre.
Este blog llamado "quemecuento" nace con una clara e inequívoca vocación. Una vocación que desvelaré en cuanto la descubra. De momento, lo único que puedo adelantar es que trataré de tomarme el sentido del humor muy en serio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Si te ha gustado esto, tal vez te interese
donde hay pasiòn, hay amor me encantaron estas lineas convidan a profundizar en cada letra gracias bendiciones ♥
ResponderEliminar