martes, 17 de mayo de 2011

Sucesos par(i)dos…un aspirador que no aspira







-Buenos días, quisiera hablar con el encargado.
-Con el encargado, ¿de qué?
-Con el dependiente.
-¿De qué?
-Dependiente.
-No. Le pregunto que con el encargado o el dependiente de qué quiere hablar.
-Pues quiero hablar sobre la vida amorosa de los cetáceos, no te fastidia.
-Señor, tranquilícese. No le pregunto sobre qué tema quiere hablar con él, sino con el encargado o dependiente de qué sección quiere hablar.
-Con el que atiende las quejas y reclamaciones.
-Desafortunadamente no está, pero yo mismo le podré ayudar, soy un gran amante de la vida submarina, ¿qué desea saber sobre el sexo entre ballenas?
-Estaba siendo sarcástico, ¿entiende usted?
-No, lo siento. Yo soy heterosexual.
-Digo que si sabe lo que es el sarcasmo.
-Creo que es la caja donde enterraban a los faraones.
-No, craso error. Eso sería un sarcófago.
-¡Vaya estupidez! Apuesto a que un sarcófago es alguien que come carne de animales muertos. ¿Afirma usted ser un sarcófago?
-No. Soy sarcástico.
-¿Eso es contagioso?, ¿está usted enfermo?
-No estoy enfermo, pero usted me está poniendo un poco.
-Lamento contrariarle de nuevo. Me reafirmo en mi condición sexual y, en cualquier caso, usted a mi no me pone en absoluto.
-¡Digo que soy sarcástico!
-¿Perdón?
-¡¡Sarcástico!!
-Ya le he oído, no hace falta que grite. Le pedía disculpas porque no he podido reprimir una ventosidad. De todas formas, parece estar usted muy orgulloso de comer carne muerta.
-Oiga, yo no como carne muerta. Bueno…sí, ¿qué más le da?
-No, si a mí no me importa… Yo soy vegano de grado 5. No como nada que proyecte sombra.
-Muy interesante, pero me da igual su dieta. Tengo un problema.
-Mire, esto es una tienda de electrodomésticos. El psicólogo está justo en el local de arriba. Le curará muy bien de la necrofagia esa que padece.
-No me ha entendido. Tengo un problema con ustedes.
-¡Ah! ¿Cuál es el problema? Dígame, dígame.
-Verá, la semana pasada compré un aspirador y resulta que no cumple su función.
-¿Qué es lo que espera usted de él?
-Pues que aspire.
-¿No aspira?
-No.
-¿Nada?
-¡Por Dios! ¿Cómo va a nadar?, ¿es usted gilipollas?
-No. Le pregunto que si no aspira nada.
-¡Ah! Lo siento. No. No aspira nada.
-No se preocupe. A mi hijo le ocurre lo mismo.
-¿Cómo dice?
-Mi hijo, que no tiene metas en la vida, no se le ve ilusión por las cosas. En definitiva, que no aspira a nada tampoco.
-Ya, bueno. Pero mi aspirador no es igual que su hijo.
-Soy consciente de ello. Es algo que se le pasará. Espero que cuando madure sea capaz de valorar lo que su madre y yo hemos hecho por él.
-Muy bien, pero ¿qué hago yo con mi aspirador?
-Busque ayuda. Un psicólogo podría ofrecerle asesoramiento. Arriba tenemos uno.
-¡Oiga! ¡Yo no necesito orientación psicológica!
-A nosotros también nos costó asumirlo. El primer paso fue reconocer como propia la incapacidad para acercarnos a nuestro hijo.
-¡Ya! Pero, ¿cómo puedo aplicar esto con mi aspirador?
-No sé, trate de hablar con él, no se muestre distante. Utilice su inteligencia, hombre.
-¡Basta! Lo que quiero es que el aspirador haga lo que espero de él.
-Veo que además de sarcófago es usted un intransigente. No sea tan duro con él.
-¿Qué quiere que haga? Fui educado en el seno de un hogar estricto. Nos gusta que las cosas funcionen como es debido.
-Tenga un poco de mano izquierda.
-Oiga, lo que  tengo es la casa hecha un asco.
-¡Hombre! Ahora lo entiendo todo. Es usted el típico cerdo que debería aprender a predicar con el ejemplo. ¿Cómo pretende que el aspirador asuma su papel si usted como padre es un auténtico puerco asqueroso?
-¡La culpa de que mi casa esté hecha una pocilga es del maldito aspirador!
-Veo que usted es incapaz de asumir las responsabilidades propias de un adulto. Culpando a los demás de su propia ineptitud no va a solucionar las cosas. Debería darle vergüenza, ¡madure de una vez!
-Mire, esta conversación no nos lleva a ningún sitio. Creo que el problema está en que el aspirador no hace bien el vacío.
-¿Y a eso le llama usted problema?
-¿Cómo dice?
-El hecho de que el aspirador no le haga el vacío es un primer paso, quiere decir que le escucha y que no le ignora.
-Verá, en realidad yo lo que quiero es devolverlo todo…
-Eso sí que no se lo voy a consentir, ¡en mi mostrador no vomita ni Dios! ¡Váyase usted a echar la pota a su mugrienta y cochambrosa guarida!
-Me temo que no me ha entendido. Le digo que quiero devolver el aspirador con todos sus accesorios.
-¿Pero cómo ha sido usted capaz de zamparse el aspirador, los tubos y la escobilla? ¿No ve que le puede hacer daño? ¿Qué se ha creído usted, un aspirador de aspiradores, un aspiradófago? Así no me extraña que no vaya bien…
-Mire, de verdad, déjelo. No puedo más. No quiero un aspirador que no funciona. Aquí se lo dejo. Renuncio a cualquier tipo de reembolso económico. Desisto.
-Vamos, hombre, no me sea tremendista.
-¿Ah, no? ¿Y qué quiere que haga? ¿Para qué me sirve un aspirador que no aspira?
-Pues verá, los reproductores de música no tienen descendencia y nadie se rasga las vestiduras. Igual que las neveras, que tampoco nievan. Ni las radios tienen diámetro. Por no hablar de las llaves inglesas, que no hablan idiomas. No lo tome todo en el sentido literal, no sirve de nada.
-Vaya, en estos momentos creo que el que no sirve para nada soy yo.
-No, hombre, claro que sirve, tan sólo debe aspirar a más.



10 comentarios:

  1. Sencillamente: ¡ es buenísimo !

    Tu humor, que imagino aspira a hacer gracia, risa o a llegarnos a nuestro sentido del humor consigue su aspiración ... :)

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  2. Jo! Es sublime!
    Pero es que logras crear, entre ironía y sarcasmo, un estado de shock dialéctico recíproco entre los protagonistas de tus diálogos que es brutal, una especie de anulación sinalagmática del raciocinio.
    Me parece increíble.

    Besos.

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  3. En realidad no se dise sarcófago. Se pronunsia sarkosí. O sarkonó. Lo que pasa es que la cosa se complica con lo de sarkasmo.

    El pobresito sarcaústico

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  4. Construido desde el principio de lo absurdo, ciertamente conjuga un humor fino, ácido, en definitiva excelente... te felicito.

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  5. Exquisita tu creación, Miguel y bastante ingeniosa. Un placer leerte.Saludos!

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  6. jajajaja Miguel...

    Eres IPRESIONANTE!!!!!...Caigo ante tu combinación de humor hilarante sazonado con grandes dosis de inteligencia...jajaja

    Es que me es imposible comentarte en plan serio...!estoy llorando de risa!...Pero bueno, creo que tu ya lo sabes...

    Un beso.

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  7. Se me han quitado las ganas de ir a reclamar nada, ¡jajajajaja! Deberían contratarte en un servicio de atención al cliente, ;)

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  8. jajajjajjjajjaj, buenísimo!!!gran "sarcófago" el tuyo, gracias.

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  9. Excelente, Miguel!... qué talento para el humor! Gracias por compartirlo.
    Un saludo desde Miami.
    Jeniffer

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